DESDE 1889

El año 1889 fue una época de acero, vapor y locomotoras. También fue el momento en el que Hamilton Carhartt & Company fue fundada por su homónimo (conocido cariñosamente como Ham, que en inglés significa «Jamón») y comenzó a fabricar monos con dos máquinas de coser y un motor eléctrico de medio caballo de potencia en una pequeña buhardilla de Detroit. Los fracasos iniciales condujeron a Hamilton a concentrarse en gran medida en la investigación de mercado y, después de hablar directamente con trabajadores ferroviarios, diseñó un producto que se adaptaba de verdad a sus necesidades. Con el lema «Un valor honesto por un dólar honesto», se creó el peto Carhartt, que rápidamente evolucionó hasta convertirse en el referente de la ropa de trabajo de calidad.

En 1910, Carhartt había crecido hasta incorporar fábricas en Georgia y Carolina del Sur, así como instalaciones de costura en Atlanta, Detroit, Dallas y San Francisco. Nos expandimos internacionalmente hasta Walkerville (Ontario), Toronto, Vancouver y Liverpool, a lo que siguieron un centro en París y una oficina y un taller en Nueva York.

En tiempos de conflicto internacional, Carhartt se comprometió a "respaldar el ataque". Ofrecimos siete instalaciones de Carhartt al gobierno con el fin de confeccionar uniformes para el ejército estadounidense en la Primera Guerra Mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial, Carhartt fabricó monos para los soldados y el personal de apoyo, uniformes de camuflaje para los marines del Pacífico y ropa de trabajo para las mujeres que accedían a las fábricas en el frente nacional.

Además de los petos, muchas prendas de la línea actual de productos tienen orígenes históricos. El archivo de Carhartt incluye anuncios del legendario Carhartt Chore Coat que se remontan a 1917. A día de hoy, este abrigo apenas ha variado.

En 1929, el colapso del mercado de valores fue tan brutal para Carhartt como lo fue para el resto del país. Estuvimos a punto de cerrar nuestras puertas para siempre. Mantener el negocio a flote fue testimonio de la tenacidad, pasión e ingenio mostrados por Hamilton y sus hijos en ese momento. Pese a los retos planteados por la Gran Depresión, Carhartt siguió apoyando incondicionalmente los derechos de los trabajadores.

Tras la muerte de Hamilton en 1937, su hijo Wylie pasó a ser presidente de la empresa. Wylie desempeñó un papel fundamental en el programa «Back to the Land», que dio lugar a la apertura de nuevas operaciones en el Kentucky rural. Cuatro instalaciones de costura y corte siguen operando en Kentucky y Tennessee a día de hoy, y la fábrica original de Irvine, Kentucky –terminada en 1932– alberga actualmente el centro de operaciones para la cadena de suministro de Carhartt. Wylie también fue decisivo en la creación de las primeras prendas de exterior de Carhartt: las líneas de caza Super Dux y Super Fab de principios de los años 30.

La hija de Wylie, Gretchen Carhartt, se casó con Robert Valade, quien asumió la dirección de la empresa en 1958. En 1972, Robert Valade, el vicepresidente de ventas Gust Feles y el vicepresidente ejecutivo de producción Don Rasinen formaron un núcleo que cambió la imagen de Carhartt para siempre. Adquirieron nuevas instalaciones de producción y pudieron crear un importante negocio de marca propia para varias tiendas, incluidas Sears, J.C. Penney y Montgomery Ward. Esto proporcionó a Carhartt los ingresos necesarios para seguir ampliando su producción. En 1975 se presentó una chaqueta con capucha resistente, conocida como la Active Jac, que sigue siendo la más vendida de Carhartt en la actualidad.

Durante la década de 1970, los encargos masivos para la construcción del oleoducto de Alaska contribuyeron al crecimiento de la marca, y Carhartt demostró indudablemente que nuestros productos podían sobrevivir y prosperar en las condiciones más duras de la Tierra.

La marca Carhartt se hizo popular entre los consumidores más allá de los oficios manuales durante las décadas de 1980 y 1990. Más gente comenzó a descubrir la marca cuando grandes nombres de la industria del hip-hop empezaron a llevar prendas Carhartt. El interés se expandió al otro lado del charco, en Europa, dando lugar a la creación de la etiqueta Carhartt Work In Progress en 1989, que se dirige a clientes de Europa y Asia que valoran los detalles refinados y el diseño que se mantiene fiel al ADN de la marca Carhartt.

En 1998, Mark Valade, el bisnieto de Hamilton, pasó a ser presidente de Carhartt. Bajo el liderazgo de Mark, establecimos operaciones en Europa y un negocio de comercio electrónico global. Lanzamos una línea completa de productos para mujer, una línea de prendas resistentes al fuego de gran éxito y docenas de establecimientos minoristas Carhartt. Asimismo, introdujimos nuevas tecnologías como Quick Duck®, Storm Defender®, Rain Defender®, Carhartt Force® y Carhartt Force Extremes®.

En 2013, Linda Hubbard asumió el puesto de presidenta, convirtiéndose en la primera persona que no era miembro de la familia en ocupar este cargo, mientras que Mark Valade sigue siendo director y CEO. Con su visión empresarial y su determinación, Hamilton y las tres siguientes generaciones de la familia Carhartt han construido una marca que sigue resistiendo el paso del tiempo.

Carhartt opera en los EE. UU. y Europa, y su sede europea se ubica en Ámsterdam. En total, damos empleo a más de 3000 diligentes colaboradores en todo el mundo, entre los que se incluye un personal de 2700 norteamericanos, de los cuales 970 pertenecen al Sindicato Internacional de Trabajadores de Alimentos y Comercio (UFCW por sus siglas en inglés). La línea Made in the USA de Carhartt se inspira en los trabajadores norteamericanos e incluye algunas de nuestras prendas más icónicas. Confeccionamos estos productos en nuestras instalaciones de fabricación y acabado ubicadas en Kentucky y Tennessee.

Carhartt. Trabajando más que todos los demás desde 1889.